22 de diciembre de 2015

GUARDERÍAS DE BONSAI

El verano es la estación más peligrosa para los bonsáis. Un descuido en el riego de un día, o en ocasiones de unas pocas horas, puede suponer la muerte del árbol que hemos estado cuidando todo el año. En esta época es necesario reforzar la atención y la atención que prestamos a nuestros bonsáis. Si la maceta es pequeña y está varias horas al sol es necesario regar dos o tres veces al día.

Y si estamos preparando una salida prolongada de casa, para vacaciones, por ejemplo, tenemos que pensar en cómo dejar los bonsáis para que no se mueran de sed. Si son pocos días, hay sistemas de riego automático más o menos eficaces y seguros. Lo que no es aconsejable es dejar los bonsáis al cuidado de familiares, vecinos, amigos o del portero, pueden olvidarse de hacerlo o regarlos de manera insuficiente, y es fácil que al regresar nos encontremos al árbol muerto.
Una fórmula segura para evitar problemas es utilizar las guarderías que algunas asociaciones de bonsáís ponen a disposición de quien lo necesite. Por un módico precio se garantiza que el bonsáí no solo sobreviva al verano; al regresar de las vacaciones nos lo encontremos en mejor estado que cuando lo dejamos.
Hay varios lugares dónde se pueden dejar los árboles. Vale la pena averiguar en las asociaciones o clubes de bonsai o viveros para asegurarnos.

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